viernes, 21 de mayo de 2010

Bienvenidos hermanos!!!


Salieron de sus pueblos con lo poco que tenían, y como siempre pasa, cargaron con su esperanza. Han dejado atrás sus majadas, sus telares de pala y sus cacharros, las manadas de guanacos, de ciervos y las ballenas atrapadas en la playa en los confines del mundo.
Traen a sus espaldas su historia, sus costumbres y el orgullo mezclado con vergüenza. Visten su colorida ropa de gala y avanzan al son de una música que los retrotrae a la humildad y la altivez de sus ancestros.
Marchan por cientos y por miles. Evocan así el malón de la paz de hace sesenta y cuatro años, y evocan también al mismo tiempo, el calvario de los Quilmes, que viniendo de los Valles Calchaquíes llegaron sojuzgados al patio trasero de la gran urbe.
Pero a diferencia de ello, esta es una marcha victoriosa.
La ciudad los recibe con la emoción de los venidos de los barcos y ellos, conquistando esta ciudad ombligo de la argentinidad, la refundan.
Son los Wichis, los Diaguitas, los Tobas, Los Mapuches, Los Huarpes, Los Guaranies…
Son los dueños de la tierra.
Esa tierra que nuestros bisabuelos les arrebataron.
Es de buen nacido, festejar su arribo y alzar los dedos con la V de la Victoria.

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