jueves, 16 de diciembre de 2010

Porteños...



Yo me crié en la zona norte de la capital -aunque el inexorable devenir me trajo mas tarde a Ciudadela- en el tan mentado barrio de Parque Chas; allí desde jovenzuelo he oído hablar de una zona obscura y tenebrosa, plagada de "negros" a los que les regalaron las casas los punteros políticos; grandes monobloques pagados con los impuestos de los sufrientes habitantes de la ciudad. En el imaginario de un porteño "bien" los del sur son eso, los beneficiarios de la rosca política, hordas emigradas de las barriadas cabeza del conurbano, negros ignorantes que no pueden hacer otra cosa que laburar en el estado merced a sucesivas capas de acomodos que multiplican esta inmunda "cliens".

En mi viejo barrio, las derechas los veían negros, las izquierdas los veían ignorantes y peronchos, los tacheros no pasaban de Rivadavia ni por locos, las minas de allá no se le presentaban a mamá, y si por algún motivo había que ir a esa detestable zona, se le pedía a algún amigo que te acompañe, se llamaba a casa cuando salías y cuando llegabas (pa no preocupar).

En cambio el bola, el bolita, no era taaan mal visto; el bola laburaba, el bola vendía verdura buena y barata en la puerta del Carrefour o te revocaba una pared por pocos mangos...

Muchos hemos tenido la suerte de patear un poco la realidad y aprender con los años que ese discurso era el de la ignorancia, el de su hijo mayor, el odio.

Nuevos prejuicios hemos ido cosechando; cada vez que escuchamos (o leemos) a alguno que abre juicio nombrando la nacionalidad de otro pensamos inmediatamente que se trata de un estúpido.

Cuando escuchamos (o leemos) a alguien que se refiere a otros como "esa gente" creemos que se trata de un intolerante.

Cuando escuchamos (o leemos) a alguien que se muestra mas presto a criticar las políticas sociales que la especulación inmobiliaria que genera su necesidad, creemos que es un facho.

Y quiero decir claramente que esos también son prejuicios...

-de los que por honestidad debo decir que me deklaro culpable.

Llegará el día en que los "okupas" de lugano se unan a los de las torres y finalmente a los porteños "del norte" para manifestar su odio a algún grupo nuevo (posiblemente inmigrantes Griegos o Irlandeses) en un plurinacional "pogrom" posmoderno.

Mientras tanto me parece indispensable okupar el lugar de "arrastrar" nuestra idiosincrasia lo mas a salvo que se pueda de estas obscuridades.

Con la paciencia de saber que la tarea no tiene nada parecido a un fin posible, con el entusiasmo de saber que la victoria está en la misma infinita continuidad del trabajo.

Convenzamos a los "del norte" que los de Lugano son buena gente, laburante; convenzamos a los de Lugano que los bolas tienen el mismo derecho a la vivienda y al respeto que ellos mismos, y finalmente preparémonos para convencer a los "okupas" de que los inmigrantes europeos exilados del ajuste, son victimas de FMI como lo fuimos nosotros, y que merecen nuestro respeto y nuestra mano amiga...

Es trampa escribir con el diario de mañana, y pido perdón por eso; el conflicto encontró finalmente un cauce y dejo algunas lecciones que vamos a tener que rumiar y aprender, muchas lecciones políticas, pero alguna no tanto; quisiera proponer una:

No fue detestando la gestión de Macri como se resuelve la cosa, fue haciendo...

Haciendo estado en un lugar a donde Mauricio se dedico a destruirlo.

Llevando estado peronista a donde solo se esperaba llevar ratis.

Abriendo los brazos en lugar de cerrar los puños.

El sur repartió lecciones; los porteños necesitamos aprender mucho de esas lecciones.

A no mezclar mierda con pomada.

A hacer mucha mucha mucha política en todas partes y todo el tiempo, para que no se tenga que morir mas nadie solo para que aprendamos lecciones...

No hay comentarios: