martes, 3 de mayo de 2011

Córdoba… lejana y mia…


Córdoba… lejana y mia…

Que el armado político no es fácil, lo sabemos. Que al armar debemos tener en cuenta un montón de factores que van desde tratar de conformar a la mayoría, hasta tratar de que nos vote la mayoría… también es sabido.

Pero a veces la realidad se torna tan compleja que resulta poco claro divisar el horizonte.

Córdoba es una Provincia bastante complicada, antes que eso, es una Provincia anacrónica.

Veamos si no: en el haber podemos anotar la Reforma Universitaria y El Cordobazo, por ejemplo… pero en el debe encontramos la gestación de la revolución fusiladora y una adhesión casi mística al proceso genocida.

A esto debemos agregar que en nuestra provincia al Proyecto Nacional y Popular el voto siempre le fue esquivo. Sólo lo logró Obregón Cano y la respuesta fue el “navarrazo”, inédito golpe de estado provincial dado por un jefe de policía.

El voto a De la Sota primero y a Schiareti después, no lo podemos sumar como un voto a nuestro proyecto, fue otra cosa, una suerte de post menemismo tardío (no es una redundancia… es la realidad). En todo caso esos procesos apenas sirvieron para que un puñado de compañeros encontraran algún espacio o algún conchabo, y en la mayoría de los casos se fueron al carajo.

Con estos antecedentes, el panorama actual es harto confuso.

Si pensamos sólo en el resultado nacional, es lógico y coherente que Cristina cierre con el delasotismo, ya que de esta forma, se lograría un triunfo en la provincia con eje en el voto “peronista”.

¿Pero es tan así?

Veamos. El “peronismo” cordobés no es kirchnerista, por lo menos el oficial. Es sí, oportunista. Tradicionales caciquejos del delasotismo - schiaretismo ya aparecen en las fotos al lado de cuanto funcionario nacional arriba a la provincia y comienzan a tranzar (no acordar) posibles amontonamientos electorales.

Ello le traccionaría votos a Cristina, sostienen los desdibujados “kirchneristas” cordobeses, mientras miran de reojo cual será su lugar en la grilla (y le ordenan a su tropa que no silbe al gobernador en los actos).

Y mientras eso ocurre, acá en la base, los maltratados militantes Kirchneristas, esos que tuvieron que poner el pecho con la 125 ante los caciquejos que se encolumnaban con los campestres… estos militantes del campo nacional y popular, dicen NO.

NO hay acuerdo con Schiaretti, NO hay acuerdo con De la Sota.

Hay – dicen -, cuarta lista o voto en blanco.

La dirigencia Kirchnerista cordobesa deberá poner las barbas en remojo y explicar que hizo en estos últimos años, deberá explicar porque no construyó ningún tipo de espacio a nivel provincial que encuadre y represente a los cientos de militantes del Proyecto Nacional y Popular.

Acá abajo dicen: “trabajaremos para conseguirle los votos que Cristina necesita para ganar la nación… pero no subiremos a nuestro barco a los traidores de siempre…”

Como ven, no hay mucho espacio para hacer equilibrio…

Cuando Cristina asuma su segundo mandato, el traidor de Cobos desaparecerá de los escenarios… esperemos que la lacra pejotera cordobesa también.


La Peñaloza Cordoba.

1 comentario:

Anónimo dijo...

es así nomas compañeros, con bosta también se hacen los ladrillos pero duran menos,no?

Pavlo