domingo, 29 de mayo de 2016

"Ellos son muertos vivientes, nosotros somos el futuro"

                               Foto de Eliana Verón


Por Jorge Giordano. 


El vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, participó de una exposición sobre "Restauración conservadora y nuevas resistencias en Latinoamérica" en el marco del lanzamiento de la Fundación Germán Abdala, una iniciativa conjunta de ATE Capital y UTE Capital. El evento se realizó en el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y contó con la participación del sociólogo y politólogo brasileño Emir Sader y el filósofo y politólogo Eduardo Rinesi.

García Linera comenzó aclarando que "no estamos en un buen momento, claro. Tampoco es un momento terrible. Es un momento de inflexión histórica. Después de diez años de intenso avance de gobiernos progresistas y revolucionarios se ha detenido, y en algunos casos retrocedido. Hay que hacer un análisis de plaza: las fuerzas y el escenario real, sin ocultar nada."

Si bien consideró que existe "un ataque contra la década dorada, virtuosa de América Latina, de doce o trece años en que el continente ha vivido los momentos de mayor autonomía y soberanía desde la fundación de sus estados", centró su exposición en el análisis y la autocrítica de los procesos progresistas latinoamericanos. "La derecha siempre buscará sabotear estos procesos populares, tenemos que evaluar nuestros límites y tropiezos", agregó.

El vicepresidente boliviano puntualizó seis límites de estos procesos latinoamericanos:

"1. Contradicciones al interior de la economía, como si le hubiésemos dado poca importancia. Cuando uno es opositor importa más el discurso, tener ideas y propuestas de economía más o menos creíbles. Cuando uno se vuelve estado, la economía se vuelve lo decisivo. Es la base de cualquier proceso revolucionario. Cuidar la economía y ampliar procesos de redistribución y crecimiento. Las mismas preocupaciones tenía Lenin. En la posguerra se ocupa de la gestión económica. La economía social y comunitaria sólo podía surgir en un contexto internacional, mientras tanto había que resistir con el poder político en manos de los trabajadores revolucionarios. En la economía nos jugamos nuestro destino. Si no hay satisfactorios básicos, ningún discurso sirve, por muy esperanzador que sea.

"2. En economía, algunos de los gobiernos han adoptado medidas que han afectado al bloque revolucionario, potenciando al bloque conservador. Gobernar para todos no significa entregar los recursos o tomar decisiones que debiliten tu base social, que serán los únicos que saldrán a la calle cuando las cosas se pongan difíciles.
Debemos tener una opción preferencial por los trabajadores y humildes. La derecha nunca es leal, no se puede hacer políticas intentando ganar su favor.
Los empresarios nunca estarán de nuestro lado, cuando a los sectores populares los ven débiles no dudan en clavarles un puñal. Podemos neutralizarlos.
Desde una ultra izquierda critican no avanzar con el fin del capitalismo. Tontos. No es un tema de decretar el fin de mercado, el mercado va a seguir estando aunque decretemos su fin. Ningún país puede volverse autárquico. La revolución es continental o mundial, o caricatura de revolución.
El poder político duradero viene acompañado por el poder económico de los sectores revolucionarios. El Estado no puede sustituir a los trabajadores. Tarde o temprano debe disolver el poder económico en los sectores subalternos. Así se pasará de posneoliberalismo a poscapitalismo.

"3. Enfrentamos la redistribución de la riqueza sin politización social. Llevamos a cabo una ampliación de sectores medios, pero si esto no se acompaña con politización, no ganamos la lucha de sentido. Esa clase media será portadora del viejo sentido común conservador.
No es un tema de discurso sino de nuestros fundamentos íntimos. En este sentido lo ideológico se vuelve decisivo. Es necesaria una profunda revolución cultural de las lógicas con las que organizamos nuestro mundo. Debemos llevar los espasmos democráticos a un nivel más profundo. Ahí estamos atrasados y la derecha ha tomado la iniciativa. Debemos retomar la iniciativa en las universidades, los medios de comunicación, las redes sociales. Es en el trabajo cotidiano en la base donde uno gesta sentido común. Cuando hay un vacío dirigencial, lo llena la derecha. Por eso es tan importante un buen diputado como un buen dirigente barrial o estudiantil.

"4. Hubo una débil reforma moral. La corrupción es un cáncer que corroe la sociedad hace décadas. La derecha lo hizo de manera institucionalizada, privatizando y haciendo sus fortunas con el Estado. Así como damos ejemplo de restituir los bienes públicos, en nuestro comportamiento nunca debemos abandonar la humildad, austeridad y transparencia. Hay que demostrar con la vida cotidiana lo que uno propugna. No podemos separar lo que hacemos de lo que decimos.

"5. Algo que es particular de Latinoamérica, la continuidad de los liderazgos democráticos. Hay que convivir con el adversario vencido. Es parte de la democracia. Las constituciones tienen límites. Este es un tema nuevo por el que los revolucionarios no se preocuparon, no era necesario. Nos dicen que los populistas son caudillistas. Las revoluciones no las hacen las instituciones. No hay revolución verdadera sin líderes ni caudillos. No tengo la fórmula para resolver este problema. Quizás sea la importancia de trabajar liderazgos colectivos. Debe ser resuelto en el debate político para que los procesos no se trunquen.

"6. La débil integración económica continental. Políticamente hemos avanzado mucho, los bolivianos agradecemos esa solidaridad. Pero cada país ve su mercado, al ver otros mercados vemos limitaciones. Creo firmemente que Latinoamérica debe constituirse en un estado continental plurinacional que respete las estructuras locales con un segundo piso de instituciones financieras económicas y comerciales continentales. Unidos vamos a poder pisar fuerte en el siglo XXI."

Más adelante en su exposición, García Linera se refirió al futuro de los procesos revolucionarios y progresistas del continente: "la derecha aprovecha estas debilidades. No debemos asustarnos ni ser pesimistas. Marx hablaba de la revolución como un proceso por oleadas. Cada una avanza más allá. Creo que estamos al fin de la primera oleada, y viene un repliegue. No sabemos cuánto durará. Pero habrá una segunda oleada, debemos prepararnos pensando qué hicimos mal en la primera. Esta segunda oleada tendrá un soporte que no cederemos: Cuba, Bolivia, Ecuador y Venezuela firmes."

También señaló que "tocan tiempos difíciles, pero los revolucionarios vivimos de estos tiempos. ¿Acaso no somos los perseguidos, torturados y marginados? La lucha desde abajo dio paso a la década dorada. Traemos en el cuerpo las huellas de luchas y heridas de los '80 y '90. Si vienen esos tiempos, bienvenidos. Para eso está el revolucionario. Vencer, caer y levantarse hasta que se acabe la vida. Ese es nuestro destino."


García Linera concluyó destacando: "tenemos algo que cuenta a nuestro favor. El tiempo histórico está de nuestro lado. Ellos no tienen proyecto de superación. Se anidan en los errores y envidias de lo pasado, son restauradores. Ya sabemos lo que hicieron ellos en el pasado convirtiendo los países en países miserables. Ellos son zombies, muertos vivientes. Nosotros somos el futuro, la esperanza. En diez años hicimos lo que no pudieron en cien años. Reconstruimos la patria y la sociedad civil. Hay que ser muy cuidadosos. Acumular fuerzas, saber que cuando uno pierde una batalla el enemigo se potencia. Saber calcular bien y poder obtener legitimidad. Preparémosnos por si dura uno o cuatro años esta batalla. Soportamos más de veinte años. Nosotros somos los abanderados del cambio, la derecha es abanderada del pasado. El continente está en movimiento."

miércoles, 18 de mayo de 2016

CARTA ABIERTA A MILAGRO SALA, POR LOS CURAS DE OPCION POR LOS POBRES.



CARTA ABIERTA A MILAGRO SALA, POR LOS CURAS DE OPCION POR LOS POBRES.
Querida Milagro. No te conocemos de cerca, pero sentimos como propio el camino del pueblo jujeño que representas, de los barrios de Alto comedero, de la puna y el altiplano, de esa provincia norteña que está en el corazón de muchos argentinos.
Y en vos vemos reflejado el camino de ese pueblo que, hace siglos, trasunta un éxodo que aún no termina.
Para los judeo-cristianos el “éxodo” evoca un camino que se recorre desde la opresión de la esclavitud a la liberación integral del ser humano. En cambio, vemos en el pueblo que te acompaña, que ese éxodo jujeño se parece hoy más a un exilio. El exilio como paso de una espiritualidad profunda, cuya sabiduría alimenta desde el corazón de la Pacha mama, hacia las periferias existenciales de su propia dignidad. El exilio de la tierra de sus antepasados, hacia una existencia expulsada, testigos silenciosos de cómo los poderosos extraen la riqueza de esa mama sin permiso de sus hijos.
Como grupo de curas que intentamos seguir a Jesús, el amigo de los pobres y desheredados nos hemos preguntado ¿Cuál es la palabra que Dios nos pide gritar, desde nuestra misión profética, en estos tiempos de desamparo neo liberal…? ¿Cuál es el anuncio que, como iglesia de los pobres, debemos hacer…?
Y nos surge desde el corazón de la Palabra del Dios solidario, aquella potente denuncia del mismo Jesús: “estuve preso y no viniste a visitarme” (Mt 25,43). Estás presa y la distancia nos impide estar allí contigo, pero queremos hacerte llegar nuestra solidaridad en estos momentos de tanto dolor. Como pastores nos sentimos exigidos por esta ley fundamental con que seremos juzgados: estar cerca de las víctimas.
No te conocemos, no caminamos tus caminos, no somos tu familia cercana, pero sabemos de tu derrotero, de tu infancia de abandonos y de la irrenunciable búsqueda de dignidad que marcaron tu camino, seguramente lleno de luces y sombras, de aciertos y errores, pero que se sumaron a los sueños que muchos y muchas compartieron en esa larga caminata de regreso a la dignidad que es abusada, atropellada, robada, por el maldito modelo de exclusión que desprecia a los antiguos dueños de la tierra y de la vida en Jujuy.
Nos solidarizarnos con vos, y con todas y todos los hermanos que a causa de este modelo económico que mata, van quedando al costado del camino. Ese “camino” que es imagen de la historia de un pueblo con derechos, por el cual hoy sólo transitan los que han tenido “suerte” en la vida, los que creen que todo se debe a sus “méritos personales” y al esfuerzo solitario de cada uno, son los que creen que en este país es pobre el que no quiere laburar, olvidándose de la larga historia de despojos ¡Y de sus responsables!
Cuando vemos los logros, obtenidos todos estos años por la organización comunitaria Tupac Amaru, encontramos ese intento de transitar el camino de los derechos reconquistados. Con sus casas, los espacios de recreación para sus hijos, la oportunidad de estudio para sus jóvenes, el trabajo y aprendizajes nuevos para los trabajadores invisibilizados hasta entonces. Con todo eso nos solidarizamos.
Queremos, por medio de esta carta, hacer sentir nuestra cercanía a todos aquellos a quienes muchos ignoran con esa “indiferencia que humilla”, como nos recuerda el Papa Francisco. En ese mismo texto el Papa, pensando en tantos como vos, nos alertaba a cuidarnos de la “habitualidad que anestesia el ánimo” y la mirada. Es tan común ver a los pobres excluidos que ya no nos escandaliza. Es esa incapacidad de darnos cuenta que la injusticia no puede ser un problema del otro, que así como la patria es el otro, nuestra responsabilidad religiosa y política, también es el hermano despojado y maltratado a orilla del camino.
Como seguidores de Jesús deberíamos guiarnos por el ejemplo que él nos enseña en la parábola del Buen Samaritano (Lucas 10, 25-37). No podemos pasar de largo frente al caído al costado del camino víctima de la violencia y el despojo. Jesús nos desafía a “hacer lo mismo” que aquel que se aproximó y se hizo cargo de su hermano y prójimo. Y no desconocemos que esta actitud ha llevado a muchos a sufrir el ostracismo, perder la buena fama y hasta ser condenados a muerte como le ocurrió al mismo Jesús, ejecutado por el poder religioso y el poder político de su tiempo. Hoy, como ayer, los poderosos no soportan reconocer como hermanos a los que desprecian, ni toleran a los que ayudan a ponerse de pie a los caídos y maltratados. De igualdad y fraternidad se trata.
Hermana Milagro. Ni siquiera sabemos si estamos en todo de acuerdo contigo. Nos mueve una razón más terminante: “Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa” (Declaración universal de los Derechos Humanos [1948] art.11.1, incorporado a la constitución argentina luego de la reforma constitucional de 1994). Y en vos vemos la condena mediática de los socios del poder atropellador, se descubre el odio en cada allanamiento mostrado durante horas para que nos convenzamos que ya estás condenada. Son más determinantes los perros que “huelen dinero” que el derecho que te asiste. No les importa presionar hasta provocar intentos de suicidio. Creemos que eres la primera de muchos. Nos alarma lo que pueda hacer este modelo político excluidor con tu pueblo, con nuestro pueblo. En vos vislumbramos el alerta de este tiempo neoliberal donde volvemos a ser números de una economía que tiene que cerrar a sangre y con hambre, si lo creen necesario.
Creemos que la justicia tiene caminos propios y reglas iguales para todos los ciudadanos de esta patria; caminos y reglas que con mucha frecuencia la “corporación judicial” no transita. Vemos que esa "justicia" ha sido usurpada por el odio de clase y la vendetta política.
Hermana Milagro, no te rindas… Si te quiebran, estarán quebrando a miles de trabajadoras y trabajadores que creyeron en el proyecto comunitario para salir definitivamente de la pobreza. Contás con nuestra solidaridad y nuestra oración al Dios de la Justicia.
Por eso queremos gritar fuerte con todas y todos ellos ¡Justicia para Milagro Sala! que es ¡Justicia para todas y todos! los que nos animemos a pensar distinto y soñar con un país definitivamente con los mismos derechos para quienes habitamos en las tierras del éxodo “liberador” de los pobres…
Curas en la Opción por los Pobres

Mayo 2016

miércoles, 11 de mayo de 2016

Padre Mugica




"Señor: Perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos parezcan tener ocho años y tengan trece.
Señor: perdóname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro. Yo me puedo ir, ellos no.
Señor: perdóname por haber aprendido a soportar el olor de aguas servidas, de las que puedo no sufrir, ellos no.
Señor: perdóname por encender la luz y olvidarme que ellos no pueden hacerlo.
Señor: Yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie puede hacer huelga con su propia hambre.
Señor: perdóname por decirles 'no sólo de pan vive el hombre' y no luchar con todo para que rescaten su pan.
Señor: quiero quererlos por ellos y no por mí.
Señor: quiero morir por ellos, ayúdame a vivir para ellos.
Señor: quiero estar con ellos a la hora de la luz."

jueves, 5 de mayo de 2016

¿cuál sería el plan B, o el correlato que seguiría al estallido…?



Pareciera ser que las gentes que conforman el más audaz, genial y exitoso equipo de gobierno de los últimos 50 años, se han fijado como meta exacerbar a niveles exponenciales la bronca de la gente.
Si alguno cree o piensa que es por torpeza, le debo advertir que no sea torpe y que no subestime al enemigo, esta es la primera condición para no ser derrotados.
Ahora bien, si esto fuera así como parece, ¿cuál sería el plan B, o el correlato que seguiría al estallido…?, porque está claro que de continuar la flagrante propagación de exabruptos, en el marco de una catarata de medidas desde lo económico, que afrentan a los trabajadores y los sectores más vulnerables, en cuanto los llevan estrepitosamente hacia la indigencia, digo, entonces, de continuar esto en esos términos, ocurrirá un estallido. Lo sabemos nosotros, lo saben ellos, y a esta altura se percibe en el aire que respiramos a diario.
La sensación que dan es que gobiernan, no para cuatro u ocho años, sino para cuatro u ocho meses. Podemos pensar entonces que esto está bien, porque es tiempo suficiente para que se chorreen todo lo que encuentren, amén de llevarse puesto todo nuestro sistema institucional y distorsionar y/o usurpar la simbología del mayor movimiento nacional y popular.
Pero por qué regalarían el poder y ya no hablamos del burro, hablamos de los reales factores de poder que está atrás de su patética figura.
No será, digo, que están pensando en algún tipo de recambio que los salve de la hecatombe pero que no permita que vuelva a aparecer un gobierno “populista”? , no estarán por ejemplo, creando las condiciones para dar algún tipo de participación a las fuerzas armadas…?, eso siempre es posible, pero obviamente deben estar dadas ciertas condiciones, por ejemplo: violencia en las calles, en las rutas, y algún episodio de mayor violencia aún.
Sabemos que para el sistema, la única manera de controlar al pueblo en la calle es con los tanques en la calle (sabemos mucho de eso). Si esto fuera así, podrían seguir cómodamente con la misma política de saqueo… y al mismo tiempo arrebatar otro símbolo más al movimiento nacional, cuál sería la interrupción de su mandato, y de esa forma preparar el retorno para un nuevo período democrático.
Sé que esta teoría es, además de conspirativa, bastante disparatada, pero no tanto como el mamarracho de gobierno que padecemos… y saben qué, no creo en las casualidades.

Roberto Martinez

miércoles, 4 de mayo de 2016

Ciudadanía y libertad



Ciudadanía y libertad
 Por  Daniel Filmus *

Existe una coincidencia entre los primeros tiempos de los gobiernos de Néstor Kirchner y Mauricio Macri. Ambos han demostrado que no dejaron fuera de la Casa Rosada las convicciones con las que llegaron a asumir la Presidencia de la Nación. Aquí finalizan las similitudes.

En el mismo día de la jura, la pasión de Néstor lo llevó a poner en funciones a sus ministros con una herida en la frente. Recibió accidentalmente el golpe de una cámara de fotos cuando bajó a la Plaza de Mayo a abrazarse con el pueblo. La pasión de Macri, en cambio, lo llevó a no tomar contacto con la gente. Mostró su alegría al ¿ritmo? de Gilda, repitiendo un desentonado “¡gracias!” a sus votantes desde el balcón.

En los días siguientes, Néstor viajó a Entre Ríos a resolver el conflicto salarial docente para reivindicar su tarea y asegurar el derecho a la educación para todos los argentinos sin distinción. Macri, en cambio, viajó rápidamente a San Juan a quitarle las retenciones a las grandes compañías mineras para asegurar la ampliación del saqueo de las riquezas de los argentinos.

Kirchner decidió que era el trabajo, y no la represión, el camino para integrar a los millones de hombres y mujeres que reclamaban y ocupaban las calles para demandar empleo en las grandes ciudades. Macri decidió que eran la devaluación, el ajuste y la desocupación, las estrategias para “normalizar” la economía y logró que cientos de miles de argentinos salieran a las calles a reclamar que no se perdieran más puestos de trabajo. Para ellos aprobó un “Protocolo” represivo.

En los primeros meses de gobierno, las medidas iniciales permitieron que Néstor ampliara considerablemente su base de apoyo y partiendo desde el exiguo 22 por ciento de votos, logró una mayoría parlamentaria que aprobó las leyes necesarias para colocar a la Argentina en la senda del crecimiento y la distribución de la riqueza. Macri dilapidó su “luna de miel” y buena parte de su importante consenso inicial, intentando imponer medidas a través de DNU y hoy amenaza con desconocer la mayoría parlamentaria que se ya se expresó en el Senado a favor de defender el trabajo y la producción nacional.

Así como Kirchner logró expandir el apoyo que originariamente sólo provenía del peronismo hacia otras fuerzas progresistas, ampliando su base de sustentación, las medidas que tomó Macri en los primeros cien días le restaron parte del apoyo originario y produjeron, como reacción, tres de las más importantes movilizaciones de los últimos tiempos. El 24 de marzo, el 13 y el 29 de abril el pueblo argentino salió a las calles por la memoria, la verdad y la justicia; por la no utilización del aparato judicial como instrumento de persecución política; y contra la desocupación y por la defensa de la dignidad de los trabajadores.

Es verdad que en estas tres movilizaciones hubo actores comunes. Pero también es importante reconocer que cada una de ellas aportó protagonistas y movimientos sociales, gremiales y políticos distintos. Inclusive, muchos de estos sectores y ciudadanos que salieron a las calles no acompañaron electoralmente al Frente para la Victoria en la última elección.

Es en este contexto que creo necesario analizar la propuesta que realizó Cristina en los discursos públicos y en las reuniones con distintos grupos parlamentarios y sociales en su paso por Buenos Aires.

Es particularmente importante en su mensaje el énfasis puesto en la necesidad de recuperar para el movimiento nacional y popular los conceptos de ciudadanía y libertad. Estas categorías habían sido apropiadas por quienes desde el gobierno hoy están haciendo todo lo posible para estrechar su significado a la formalidad liberal que las restringe al ejercicio de la voluntad electoral cada dos o cuatro años. Resignificar estos conceptos para el campo popular implica comprenderlos desde la mirada integral que históricamente llevó adelante el peronismo. Una ciudadanía plena exige tanto la vigencia de los derechos políticos como la de los sociales. La integración ciudadana verdadera no puede coexistir con la marginación de los bienes económicos, sociales, educativos y culturales que constituyen las condiciones básicas para la participación efectiva en la sociedad actual. En palabras recientes del vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera: “...los derechos económicos y sociales son constitutivos a la ciudadanía y la democracia porque esta no consiste sólo en un medio para seleccionar gobernantes, sino sobre todo para ejercer el derecho a compartir bienes comunes a una vida digna... ha de haber democracia si la gente amplía su derecho a la igualdad.”

La libertad, por su parte, es sólo un concepto vacío si no está sustentada en la capacidad de decidir con la autonomía que genera la igualdad de ejercicio de los derechos ciudadanos anteriormente mencionados. En caso contrario, se convierte en “libertad de morirse de hambre”. Lo mismo podemos decir de la aplicación de la noción de libertad a nivel de la Nación. No somos un país verdaderamente libre si no tenemos soberanía en la toma de decisiones. No es la simbología patria la que genera libertad. Es la posibilidad de defender los intereses de los argentinos y de la región frente al mundo.

La necesidad de convocar a todos quienes comparten estas perspectivas sobre la ciudadanía y la libertad exige incorporar otra de las herramientas que sugirió Cristina en sus intervenciones: la constitución de un Frente Ciudadano. Este frente debe tener la posibilidad de incorporar a otras fuerzas políticas, pero no se debe restringir a lo partidario. En el contexto de una cierta crisis de representación, la idea de Frente Ciudadano permite ampliar al extremo la capacidad de integración, incorporando a todos aquellos que se oponen a las políticas que se están llevando adelante.

Los límites para la integración del Frente Ciudadano están definidos por Cristina a través de la pregunta: ¿cómo estabas el 10 de diciembre? Todos los que están peor, han visto vulnerados sus derechos, han visto descender su nivel de vida, están preocupados por su futuro laboral, están indignados por el endeudamiento, la pérdida de soberanía y la vuelta a las relaciones carnales, tienen lugar en el frente. Todos los que acuerden con la concepción de ciudadanía y libertad que acabamos de definir, sin excepciones. No importa que posición tengan frente al gobierno anterior ni cómo votaron en las últimas elecciones.

Pero la forma que adquirirá ese frente no está definida de antemano. Lo que es seguro es que no se construirá de arriba hacia abajo. Debe recoger todo lo que movilizó en las recientes demostraciones en las calles y mucho más. Debe forjarse en cada lugar de trabajo y participación popular. Su construcción exigirá un alto grado de creatividad, apertura y pluralismo y vencer actitudes sectarias que por momentos hemos sostenido desde el FpV. Al mismo tiempo, exigirá capacidad de escucha y autocrítica, allí donde la realidad y el diálogo con otros sectores lo requieran. Y también, capacidad de elaboración de programas y propuestas innovadoras que constituyan alternativas concretas a este intento de restauración neoliberal y muestren que es posible seguir avanzando en el camino del crecimiento, el trabajo y la justicia social. Sólo así las mayorías populares lograrán volver a colocar democráticamente un gobierno que sostenga los mismos ideales y convicciones que no fueron dejados fuera de la Casa Rosada aquel recordado 25 de mayo del 2003.

* Parlamentario del Mercosur, Frente para la Victoria.